Reposo Nieble Balbuena
La escritora andaluza Reposo Nieble Balbuena nació en Bollullos del Condado, calle Capitán Ramos 12, el 30 de marzo de 1929 y falleció el 7 de junio de 1984 a la edad de 55 años. Desde muy joven mostró un amor visceral por el mundo artístico; de niña pasaba días enteros en la biblioteca familiar donde devoraba libros, poemas y toda clase de cuentos, y junto a la literatura, pronto se apasionó por la pintura, la música y el teatro. El entorno familiar, culturalmente estimulante, influyó sin duda en sus intereses, pero la inquieta imaginación de Reposo fue sin embargo el resultado de un genio singular y destacado. A los quince años envió su primer escrito a una revista literaria (probablemente titulado Horizontes de ático), y desde ese momento, como recuerda en la carta publicada en la revista "Teresa", la escritura se convirtió en el centro de su vida: "Lo que verdaderamente importa son mis personajes. A estos si creo que merece la pena salvarlos echándoles una mano". (197?).
La vasta producción de Reposo permanece casi totalmente inédita hasta el día de hoy; lo que se conoce es lo que publicó inicialmente en revistas locales, como "Tras el Maestro", "Voz de tu parroquia" o "Pasión", y más tarde, tras ganar visibilidad, en periódicos regionales, como "Onuba" o "La cosecha", y nacionales, como "Teresa", "Odiel" "Correo de Andalucía" y "A.B.C. De Sevilla". Entre los escritos publicados están "Evocación" (18 de marzo de 1953), "Mariano niñez Alegria" (3 de agosto de 1955), "La ladrona" (27 de mayo de 1955), "Gacela" (8 de septiembre de 1955) y "Sinfonía de Berlín 1945" (8 de febrero de 1958). Varios relatos inéditos son mencionados por su amigo Antonio Mateos Lagares en la bibliografía que le dedicó en 2001, como "El tiempo anclado", "Crónica sentimental de un bimbo japonés" (subtitulada por la propia autora como "Tres historias sonrosadas") "Canción de amanecida" (su único texto teatral), "Olivia Villaturiel" (cuento), cuyo contenido y fecha se desconocen.
Lo cierto es que en todos sus relatos (es famoso "El Ahorcado", un cuento que fue censurado y nunca se publicó), Reposo muestra sin miedo sus ideas progresistas y su apoyo incondicional a los más débiles, los gitanos, los desesperados, los niños huérfanos y las prostitutas. Enamorada de su tierra y dispuesta a defender el independentismo andaluz, en 1968 Reposo, con la intención de participar de forma más habitual en la realidad que la rodeaba, comenzó a trabajar también para el Ayuntamiento de Bollullos como asesora. A pesar de pertenecer a la burguesía, la autora siempre se puso del lado de los últimos, criticando duramente los altos cargos del poder, ocupados por personajes inhumanos y desinteresados por los derechos de los menos afortunados, y es quizás por ello que su voz fue a menudo oscurecida, silenciada por la crítica y marginada.